Pajuiles...¿hay un lugar que se llama así? me preguntó una vecina a
quien preocupada le mostré las fotos de la gente detenida hoy, sus
rostros firmes detrás de las rejas. Vino la segunda pregunta, y ¿quiénes
son?, ¿por qué los detuvieron?, ¿dónde queda eso?.
Pajuiles es una aldea del municipio de Tela, en el departamento de
Atlántida, la costa norte hondureña, llena de montañas, de ríos, de
voluptuosa naturaleza, de gente alegre, platicona, y de un tiempo para
acá organizada y por lo tanto en un proceso de entender su derecho, su
pertenencia, su identidad, su bien dado para protegerlo, para
defenderlo.
Es así que las comunidades organizadas en el Movimiento Amplio por la
Dignidad y la Justicia, (MADJ), decidieron, hace ya más de 4 meses,
instalar un campamento por el Agua y por la Vida, así denominaron ese
digno acto de amor, de resistencia pacífica por su río y la Cordillera
Nombre de Dios, porque al Señor Jason Hawit de manera amañada, eso
significa que la Secretaría del Ambiente, las Autoridades locales, el
Ministerio Público, la policía, el ejército, el Gobierno todo y su
aparato que se tapan unos con otros, le permitieron la instalación de
una empresa hidroeléctrica, HIDROCEP, se llama, y no le consultaron
antes a las comunidades como dicen las leyes que ellos se inventan y
luego adaptan según va cambiando su interés específico.
Las comunidades ha identificado y demostrado el daño provocado, el
daño ambiental, eso significa el lodo que ahora arrastra el cauce, el
caudal disminuido, los árboles que ya no dan sombra, el calor que
aumenta, los peces que ya no nadan, el alimento que significaban en un
uso racional y ya no lo tienen, las enfermedades en la piel de niñas y
niños, las diarreas que provocan muerte, el paisaje cambiado, los
cultivos afectados, el clima cambiado, del daño social se habla también,
uno tiene que ver con el otro, porque ya no se puede bañar en el río,
no se puede aguar a las bestias, no se puede ir a pasear porque ponen
rótulos que dicen Propiedad Privada.... ¿Propiedad privada?... esa es la
gran pregunta, si los rios son de la gente, de la tierra, de la
naturaleza, de la vida, no son de un señor extraño a la comunidad que lo
hace su negocio propio en nombre del desarrollo porque ofrece dos que
tres trabajos mal pagados, porque ofrece los pupitres que el Estado debe
dar como el derecho que tienen quienes estudian, porque ofrece la
carretera que también es derecho, nada de lo ofrecido es lo que ya la
gente tiene el derecho constitucional de gozar.
Hoy detuvieron a 4 compas, una mujer y 3 hombres, por fuentes
fidedignas se conoce que hay 12 requerimientos fiscales mas, el
vergonzoso Ministerio Público una vez mas actua como defensor de los
intereses privados y no de las comunidades. No actuó frente a las
denuncias por daño ambiental, por la irregularidad en el otorgamiento de
la concesión, frente a las amenazas a muerte que ya han tenido mujeres y
hombres que sostienen este campamento por el agua y la vida, tampoco
por las agresiones físicas contra Oscar Martínez y Martín Fernández el
pasado 4 de agosto, pero ahora corre a poner requerimientos fiscales por
los supuestos delitos de usurpación por detentación del espacio
público.
A veces hablamos de lo que sucede en Honduras como si se tratara de
una película de villanos donde la trama se reduce a buenos y malos, los
medios de la coorporación insisten en dejarnos ver a defensoras y
defensoras como los malos de esta película, eso funciona así en el mundo
entero, pero lo que si no podemos dejar que nos pase es que “Pajuiles”
nos suene a un lugar lejano, no es el viejo oeste de las películas de
vaqueros de Hollywood, Pajuiles está en este pedacito de tierra al que
le pusieron nombre en el medio de un naufragio, cuentan los cuentos que
se hacen películas. Pajuiles y su campamento digno por el Agua y la Vida
pasa ahora en esta profunda tierra que se llama Honduras, su río corre
porque su gente lo defiende, y hay cuatro personas de manera injusta en
la cárcel por defenderlo y 12 más amenazados de correr la misma
injusticia.
*Cantora feminista. Miembra del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)