martes, 15 de mayo de 2018

Posicionamiento



 Por medio de la presente, nosotras, consejeras y consejero por organizaciones de derechos humanos ante el Mecanismo Nacional de la Ley de Protección a Defensores/as, comunicadores, periodistas y operadores de justicia en relación a la convocatoria girada el 10 de mayo para atender una reunión el día 14 de mayo en Casa Presidencial, manifestamos lo siguiente:

1) Creemos que convocar a una reunión para intercambiar impresiones sobre los retos logros y desafíos del sistema de protección con el ciudadano Juan Orlando Hernández es un grave desacierto justo cuando hemos emitido nuestras impresiones en varios eventos a nivel nacional e internacional y hemos demandado constantemente como primer punto para cualquier interlocución el cese de las agresiones a personas defensoras, así como del uso indeterminado de la fuerza por parte de la Policía Nacional, como de la Policía Militar. Pese a ello, estos ataques se siguen dando, siendo el más reciente la represión y agresiones a manifestantes que de forma pacífica se encontraban conmemorando en las calles, el 1º de mayo, día del trabajo.

2) Según informes nacionales e incluso el ultimo informe del Alto Comisionado para los derechos humanos en Honduras, más de 30 personas fueron asesinadas y un gran número de personas resultaron lesionadas como parte de la crisis post electoral sin que hasta la fecha se haya llevado a cabo una investigación de los hechos. La gran mayoría de las agresiones fueron perpetradas de acuerdo a testimonios por la Policía Militar y Policía Nacional, sin que hasta la fecha observemos voluntad política para castigar estas graves violaciones a los derechos humanos. El informe del Relator para las personas defensoras de derechos humanos, expresa su preocupación a este respecto en su ultimo informe sobre la situación de defensores/as en Honduras. (Pg 13 y 14)

3) La investigación criminal es casi inexistente en los crímenes contra defensores/as, contando con un Ministerio Público inactivo y con poca representación aun en las reuniones de Consejo. Somos conocedores de la próxima apertura de una Fiscalía o Unidad de investigación para las personas defensoras, pero tenemos poca confianza en su accionar, ya que experiencias pasadas como la creación e instalación de la Fiscalía de Derechos Humanos o de la Fiscalía de la Mujer, así como el incremento de presupuesto a esas instancias e incluso a la Unidad Especial de Delitos contra la vida, demandas que han sido realizadas por parte de nuestras organizaciones, han tenido un mínimo impacto en la investigación de los crímenes, así como en el índice de resolución de casos, que quedan en su mayoría, en la impunidad. No estamos dispuestos a seguir apostando creación de unidades nuevas e incremento de presupuestos a instancias que no responden con la celeridad, prontitud y los resultados esperados por las víctimas.

4) Los altos mandos policiales que torturaron a 4 defensores/as gozan de total impunidad y tienen una estrategia de terror contra las víctimas. No sabemos de ninguna acción contra estos agresores. Paralelamente al juicio contra ellos se han observado las manos de una justicia que se pone guantes de seda para castigar crímenes cometidos por estos funcionarios policiales y militares, más sin embargo se muestran prestos para reprimir, detener y criminalizar a la población en general y las personas defensoras de derechos humanos en particular. 

5) Son muchos los compañeros y compañeras que han tenido que exiliarse debido a los ataques y persecución sistemática en su contra, sin que hasta la fecha hayan condiciones de seguridad para garantizar su regreso y mucho menos se haya priorizado este tema a nivel de Estado. Los discursos estigmatizantes por parte de autoridades de Gobierno se siguen dando sin que se muestre una clara actitud de cambio de estos patrones.

6) La militarización de algunas comunidades por conflictos medioambientales (Pajuiles, Aguán, Santa Bárbara) afecta no solo a las personas defensoras, si no a toda la población que se encuentra defendiendo sus recursos en una lucha desleal contra empresas extractivas y/o transnacionales, teniendo como consecuencia de esta militarización, represiones continuas, asesinatos y desplazamiento forzado de personas que tienen que huir para salvar su vida. Esta situación no puede seguirse dando en un Estado de derecho, respetuoso de los derechos humanos de su ciudadanía.

7) Aclaramos que no respondemos a ningún interés político partidario, como tampoco somos parte de ninguna campaña de desprestigio en ningún sentido. Nuestra actitud crítica y largamente razonada es únicamente en calidad de organizaciones de sociedad civil, representando a una amplia población de personas defensoras de derechos humanos a lo largo del territorio nacional.
Por lo anteriormente expuesto como representantes de la comunidad de defensores y defensoras de DDHH, ante esta reunión del 14 de mayo demandamos como puntos esenciales para cualquier inicio de diálogo o interlocución con el Ejecutivo, lo siguiente:

a) El compromiso estatal y del Poder Ejecutivo en particular del cese de la represión contra las manifestaciones pacíficas, así como a la persecución, criminalización, judicialización y estigmatización de las personas defensoras de derechos humanos a nivel nacional.

b) Investigación pronta y efectiva de los ataques a la población como resultado de la crisis post electoral. Esta investigación deberá hacerse por una Comisión independiente de expertos/as tanto a nivel nacional e internacional, cuyos resultados sean vinculantes para la toma de decisiones a los entes y personas responsables de los hechos.

c) En caso de darse la apertura de la Fiscalía para personas defensoras de derechos humanos exigimos que las personas a cargo de la misma sean de reconocida honorabilidad y con un alto grado de compromiso con la defensa de los derechos humanos en Honduras. Del mismo modo, conocer la etiquetación de los gastos de dicha Fiscalía para conocer a que rubros se destinará el presupuesto asignado a la misma, esperando que la mayor parte sea para la investigación de los casos y no para la contratación de más personal que poco o nada abona en la reducción de los índices de impunidad.

d) Acciones contundentes contra los violadores de derechos humanos, incluyendo a los perpetradores del ataque de Carlos del Cid, Hedme Castro y Tommy Morales, así como los casos de otros defensores/as que contemplen penalización de los responsables para garantizar el compromiso de la lucha contra la impunidad y la no repetición de los hechos. 

e) Acciones efectivas para la desmilitarización de las comunidades que luchan por la defensa de sus derechos medio ambientales, así como medidas para garantizar que se creen mesas de alto nivel encaminadas a dar garantías a las personas defensoras en el ejercicio de su labor y de forma general a todas las comunidades.

f) Por ultimo, hacemos nuestra la declaración del relator Michael Forst: “…Preocupa enormemente el creciente número de actos de intimidación y represalias contra los defensores y defensoras de derechos humanos en relación con participación en las Naciones Unidas y sus mecanismos de derechos humanos o en organizaciones regionales de derechos humanos. Estas represalias adoptan la forma de campañas de difamación, acoso, intimidación, amenazas, ataques físicos y asesinatos. Debemos poner fin urgentemente a las represalias contra los defensores y defensoras de derechos humanos”

Dado en la ciudad de Tegucigalpa a los 14 días del mes de mayo de 2018